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Madrid.- Terminado ‘Gran Hermano 11’, algunos de sus concursantes intentan buscarse la vida dentro del mundo del 'famoseo'. Es el caso de Gerardo y Saray. Nada más salir, a la finalista de la casa ya le estaba esperando el fotógrafo de la revista ‘Qué me dices!’ para hacer un reportaje. El artífice de las negociaciones ha sido Gerardo.
La entrevista a la pareja no tiene desperdicio. La gallega deja su Ferrol natal y se traslada a vivir con Gerardo. Muchos han criticado la falta de pasión entre los novios dentro de la casa. Saray se defiende diciendo que “tenía muchas ganas y fue mejor, no, lo siguiente. La pasión ya existía dentro de la casa, pero queríamos reservarlo para nosotros y, por controlarnos, no se creen nuestra historia. ¿Tenemos que ‘cabalgar’ para que haya amor? Nos hemos dado amor y me hace la mujer más feliz del mundo en todos los sentidos. Pensé que era yo la que lo iba a poner del revés y, ¡madre mía! ha sido al contrario”, admite Saray.
La gallega reconoce estar muy dolida con su amiga Laura, porque dice que le ha podido más lo que odia a Gerardo que la amistad que comparten.
Saray se califica como “muy pasional”. “Yo demuestro pasión hasta comiendo chicle. Aunque soy muy tierna, en la cama me gusta que me den caña de la buena y que me den vueltas las orejas", apunta.
